El traje de baño a través del tiempo

La moda y la funcionalidad son caminos que en ocasiones toma tiempo se entrelacen,, este es el caso del traje de baño. Una prenda diseñada para cubrir completa o parcialmente las áreas que no queremos que se vean, ya que se utiliza principalmente por razones de pudor o higiene en actividades como nadar, bañarse o tomar el sol en lugares públicos como playas, ríos o piscinas.

El bañador tradicional es el de una pieza, que cubre desde las ingles hasta el pecho, dejando gran parte de la espalda al descubierto. También, tenemos los famosos bikinis, que son de dos piezas separadas y permite mayor exposición al sol. Una variante son los trikinis, que son una fusión entre bañador y bikini, no muy habitual y conocido por producir un bronceado desigual. Y no olvidemos al microbikini y la tanga que tienen la parte posterior más pequeña y dejan la parte de atrás al descubierto. 

 

Hablando de la funcionalidad, no podemos olvidarnos de los bañadores de competición que son utilizados en deportes que están relacionados con la natación, mismos que cubren el torso sin escote en mujeres y tipo slip en hombres, ofreciendo menor resistencia en el agua. En los años 2000, se desarrollaron bañadores de tejido especial que también cubren las piernas.

 

En la actualidad, tenemos trajes de baño de todos tipos, formas, colores e incluso sabores, sí, porque incluso tenemos variantes comestibles que están más cerca de la lencería que de una prenda para nadar.  Y es que para todos hay un traje de baño ideal, aunque no siempre fue así, este esencial de tu guardarropa tuvo que pasar por una evolución constante marcada por los contextos culturales que lo han mantenido en la carrera de la moda. 

 

Todo comenzó a finales del Siglo XVII, cuando se popularizó el tomar baños en la playa debido a la costumbre traída por Jorge III de Inglaterra. Fue en 1822, que la duquesa Berry de Francia, se dio el primer baño oficial de la historia en Dieppe. Pero fue hasta 1890 que nació el primer bañador, que consistía en una especie de una camisa-pantalón y calcetines tanto para hombres como mujeres.

 

Este tipo de ropa de baño se utilizó hasta 1915, cuando los hombres perdieron un poco el pudor y comenzaron a usar pantalones cortos, pero las mujeres continuaron con camisones y falda. Ya en 1930, se creó el primer traje de baño femenino de lana, con escote y pantalones que cubren los muslos, pesando más de 3 kilos cuando estaba mojado. Una prenda muy poco funcional que aún dejaba mucho a la imaginación-

 

Tal vez, la pieza más icónica es el bikini creado por el ingeniero Louis Réard en 1960, no obstante, se popularizó hasta la década de 1960, donde se realizaron grandes innovaciones en la industria. En 1964, el estilista Rudi Gernreich inventa el topless o monokini, un bañador negro que deja al descubierto los pechos. Otro suceso histórico es cuando en 1974, Carlo Ficcardi creo la primera versión del tanga en Brasil. Estos básicos han creado un rizoma que permite elegir uno para cada forma y gusto. El más reciente descubrimiento fue a principios de la década del 2000, con el nacimiento del burkini creado por Aheda Zanetti. 

 

Esta cronología ilustra cómo el traje de baño ha evolucionado desde prendas voluminosas y modestas hasta los diseños modernos y estilizados de hoy en día, reflejando cambios en la moda, la cultura y las actitudes sociales hacia la exposición corporal.

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